Primero, debes tener en cuenta qué superficies debes limpiar. Estudia tu camión y busca las áreas que tocas con bastante frecuencia. Estos incluyen:

• El volante
• Las manijas de las puertas
• La palanca de cambios
• Cualquier botón o pantalla táctil
• Los botones del limpiaparabrisas y señales de giro
• Los reposabrazos de los asientos de los pasajeros y el conductor
• Las agarraderas y ajustadores de asientos, entre otros.
• Si eres un conductor de camiones y te desenvuelves en la industria del transporte de carga o materia prima de primera necesidad, entonces probablemente aún sigas laborando. Para evitar cualquier tipo de inconveniente con tu salud, es imprescindible que limpies regularmente estas superficies. 

El interior de la cabina de un camión es más delicado que, por ejemplo, el mostrador de la cocina o el lavabo del baño. Con algunas excepciones notables, muchos limpiadores domésticos para el hogar también pueden limpiar tu camión sin dañar el interior.

Las soluciones de alcohol que contienen al menos un 70% son efectivas contra los virus. En su mayor parte, casi todas las superficies interiores de tu vehículo podrán limpiarse con alcohol isopropílico.

Hagas lo que hagas, no uses lejía o peróxido de hidrógeno en el interior de tu unidad. Si bien ambos pueden matar los virus en las superficies, probablemente dañarán la tapicería de tu camión. Adicionalmente, no compres limpiadores a base de amoníaco en las pantallas táctiles, ya que pueden dañar sus revestimientos antideslumbrantes y antihuellas.

El jabón y el agua son seguros para la mayoría de los interiores de automóviles, especialmente telas y cuero más antiguo que puede haber comenzado a agrietarse. No obstante, aunque pasar un paño con agua y jabón demasiado fuerte puede destruir los virus con mayor eficacia, podrías dañar las capas protectoras de las superficies de tu tablero de instrumentos, así que ten mucho cuidado.

Lo recomendable es consultar con el fabricante de tu vehículo para saber qué productos serán los mejores y así no degradar la calidad del material que será expuesto a este desinfectante o limpiador.

Dependiendo de qué tan sucio esté el resto del interior, es posible que desees limpiar la alfombra al final; si la limpieza de los asientos y el tablero crea un desastre, no tendrás que volver a aspirar el piso. Antes de comenzar, retira todas las monedas, papeles, envoltorios de comida chatarra y otros objetos que se hayan acumulado. Desliza los asientos hacia adelante y hacia atrás para asegurarte de limpiar todo el piso.

Los tres tipos principales de materiales utilizados para los asientos de los vehículos son cuero, vinilo y tapicería de tela, cada uno de los cuales requiere diferentes métodos de limpieza. Aspira a fondo tus asientos (y las áreas alrededor y entre ellos) para quitar tanta suciedad de ellos antes de aplicar cualquier compuesto de limpieza.

Luego de aspirar y recoger todos los residuos sólidos, es importante que luego limpies y retires todos los rastros de suciedad y escombros antes de pasar a la etapa de desinfección.

La limpieza, realizada con jabón, o detergente, y agua, se refiere a la eliminación física de la suciedad y la mugre y, en el proceso, una parte de los gérmenes. Sin embargo, las herramientas de limpieza, como esponjas y paños, simplemente mueven los gérmenes de una superficie a otra. 

Es por eso que luego de la limpieza, recién podrás desinfectar tu cabina. La desinfección se refiere a matar un alto porcentaje de los gérmenes o virus en una superficie o hacerlos incapaces de reproducirse.