
Ante un escenario en donde la fabricación, la distribución y la compra de bienes y servicios ha cambiado dada la pandemia y la mencionada lucha comercial, es necesario reconfigurar la logística que involucra todas aquellas actividades propias de dichas cadenas y garantizar el funcionamiento óptimo de las mismas.
- Buscar nuevos destinos de fabricación: Este es un buen momento para que México se convierta en un país de inversión extranjera directa, además de acercarse a nuevos proveedores locales y regionales.
- Dejar de lado el proteccionismo: Debe haber una diversificación de relaciones comerciales; es decir, aprovechar los tratados y acuerdos regionales como el Tratado Comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC), a fin de ampliar y mejorar la fabricación, logística y distribución de bienes.
- Reconfigurar cadenas de suministros: Tras la pandemia debe replantearse el proceso de venta en su totalidad, por lo que es necesario adaptar las actuales actividades de distribución, rutas de transporte, inventarios y normativas de índole político y así beneficiar tanto a las empresas como al cliente final.
- Contar con tecnología apropiada: Cada compañía debe invertir en la adquisición o renta de herramientas tecnológicas que favorezcan el eficiente funcionamiento de las cadenas de suministro en todas sus etapas, al igual que la toma de decisiones y visualización de posibles escenarios, en donde tecnologías como la inteligencia artificial y el machine learning pueden ser opciones factibles.
- Planear nuevas rutas de transporte: Ante las nuevas necesidades y demandas de los clientes es importante mejorar las rutas de transporte aéreo, férreo, marítimo y terrestre, estrategia que impactará positivamente en la optimización de recursos y disminución de pérdidas.
Empresas en todos los países ahora se enfrentan a nuevos retos, a dinámicas de distribución y venta distintas, y a una competencia empresarial que exige estar a la vanguardia para satisfacer necesidades de sus clientes.
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